2Semana·

Alibaba

Entré en Alibaba en febrero de 2024 a 68 €, convencido de que estaba ante una de esas oportunidades que el mercado ofrece de vez en cuando. La acción venía cargada de dudas, castigada por el escepticismo hacia las grandes tecnológicas chinas, y sin embargo yo veía una empresa con un potencial que, a mi manera de entender, estaba muy lejos de reflejarse en el precio. Desde el primer momento me fijé un objetivo de venta en 150 €, no porque busque un golpe de suerte, sino porque me parece un nivel razonable para una compañía de este calibre.


Lo que más me atrajo de Alibaba fue esa mezcla entre fortaleza y resiliencia. A pesar de las presiones regulatorias y de la competencia feroz, la compañía mantiene un ecosistema que va mucho más allá de la simple venta online: comercio electrónico, logística, servicios financieros y una base de usuarios inmensa que se ha convertido en parte del día a día en China. Esa integración no es fácil de replicar y es, en mi opinión, una de las razones por las que Alibaba sigue en pie, incluso cuando el mercado parece empeñado en subestimarla.


Pero si algo me da confianza de cara a los próximos años es su apuesta por la nube y la inteligencia artificial. No estamos hablando de un añadido, sino de un movimiento estratégico que puede redefinir a la compañía. La inversión que está destinando a infraestructuras y a nuevas tecnologías es enorme, y aunque los resultados no se ven de inmediato, la sensación es que Alibaba está preparando el terreno para convertirse en un actor clave en sectores que marcarán el futuro. Sé que la competencia con Amazon, Microsoft o Google es titánica, pero la ventaja de tener un mercado interno gigantesco y la capacidad de invertir a largo plazo son factores que no conviene pasar por alto.


Soy consciente de que el camino no será lineal. Habrá sacudidas, titulares que generen miedo y jornadas en las que parezca que el precio retrocede más de la cuenta. Pero es justamente en esas fases donde me recuerdo a mí mismo por qué invertí. Mi horizonte está en tres años y, en ese marco temporal, confío en que la compañía demostrará con hechos que su estrategia funciona. No necesito que el mercado se vuelva eufórico, me basta con que vuelva a valorar a Alibaba de forma más coherente con lo que representa.


Invertir en Alibaba, al final, es una cuestión de paciencia. No espero un crecimiento explosivo cada trimestre, sino la confirmación de que la compañía sigue adaptándose, que consolida su nube, que convierte la inteligencia artificial en un negocio rentable y que mantiene su liderazgo en el comercio electrónico. Cuando eso se consolide, el precio debería ajustarse solo.


Por eso mi meta de 150 € no es un sueño ni una apuesta arriesgada. Es, simplemente, el nivel al que creo que el mercado terminará reconociendo lo que Alibaba ya es y lo que está en camino de convertirse. Y cuando llegue ese momento, no lo viviré como una sorpresa, sino como la consecuencia natural de haber tenido la paciencia suficiente.

19.02
Alibaba ADR logo
Comprado a 68,23 €
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Hay veces que las noticias hacen saltarse ciertos objetivos y tener que ampliarlos, con cautela y con respeto en un mercado alcista, habrá que dejar correr un poco más esta acción.
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